On confeti

Hallazgos múltiples.
-Confeti como unicidad frente al mundo.

Citando.

No puede esperar tanto tiempo, ni siquiera 4 días para verte.

De puntos

De mi pijama de puntos rosas, ese que siempre me ha quedado demasiado grande y demasiado corto, a mi camiseta blanca, la francesa, que no parece francesa, pero lo es. De lo blanco a lo gris de mi suéter, el del hoyo en el cuello y las manchas verdes y negras en la manga derecha (con la que agarro los pinceles que arrastro por el lienzo). De ahí, de entre mi cuerpo, de sobre mi cuerpo, a mis manos que escriben sobre un teclado blanco (ese que de repente vuelvo a hacer blanco con una goma de migajón-de esas que son de pan). Del teclado a mi cama, también cuadriculada, pero sin letras y con colores (sin naranja). Luego los cojines de la India que alguien surció con paciencia, que no combinan ni entre si ni con mi cama. Por la pared blanca y el apagador que ya me se de memoria, hasta la esquina del techo, donde vive una nube arrinconada.

Todo el tiempo recordando lo que acabo de ver que no veía hace mucho tiempo y que no veré tampoco muy pronto que digamos (así parece).

Pixeles.

Entonces me desmorono y acomodo mis cachitos formando un cuadrado perfectamente asimétrico. Para que me pises y te des cuenta. Para que no te sigas de largo.

Falda negra, botas negras.

Me arreglo para ti, quien seas. Me peino un lado para atrás, el otro lo dejo suelto por vanidad, para que contraste.... para que lo notes.

Uso perfume para oler a mi y a nadie más.

Mis botas negras, mi falda negra también que cuando camino se hace más corta. Camisetas de colores, para que cuando me encuentres, si es que me encuentres, no te parezca aburrida.

Mis ojos verdes los uso siempre entre la nariz y las cejas, como se debe.

Toda yo, vistiéndome de noche a las 6 de la mañana.